Bienvenid@s a mi blog, donde narro mis viajes en autocaravana a lo largo y ancho de Europa


jueves, 3 de julio de 2014

NORMANDÍA

Estos últimos 15 días de junio han sido toda una espectacular experiencia.  Poder compartir esta aventura, este viaje, con alguien importante y querido es grande, hacerlo con la costilla no tiene nombre (o al menos ahora no se lo encuentro).


Atrás  queda Normandía. Región famosa por la 2ª Guerra Mundial y su Desembarco del Día D.
Atrás quedan las celebraciones y fiestas de conmemoración del Desembarco,  que rememoran la Liberación de Europa. Fiestas prolongadas durante un día, una semana o un mes,  simple paréntesis en la vida cotidiana. Pero la liberación tuvo  peaje y  la guerra cobró su comisión. Ambas dejaron una huella imborrable, inolvidable e  impresionante en cementerios militares alemanes, ingleses o americanos




Por suerte, algunos de los estragos que provoca  la guerra, son reemplazables con el tiempo










Y todo vuelve a la normalidad, la vida continua  y todos intentamos vivir felices y con la barriga llena








Pueblos y ciudades vuelven a su estado ordinario de paz y relajante tranquilidad. Pero pronto llegará el verano para joder tan bonita postal y llenarlo todo de veraneantes en chanclas y quemados por el sol. Será en caso de Sainte Mere-Eglise, Arromanches y muchos otros pueblos de la costa del departamento de Calvados, donde se produce buena sidra y excelente licor. Sobre el marisco está todo visto.





Pero es imposible viajar por la costa de Normandía y no encontrar restos de la Guerra, Monumentos en honor de héroes y caídos, y Museos y Memoriales que recogen  recuerdos y  restos del conflicto, dando fe  de todo lo acontecido.






Pero entre esta  historia de gratitud, memoria y  decencia, siempre se cuela la posibilidad de negocio y la explotación turística. Y no encontrarás pueblo sin museo (entre 6 y  19 €) ni playa sin monumento, con su chiringuito y su  tienda de souvenirs siempre cerca.

Ya es momento de pasar página, y aparcar la Guerra, ya que el territorio da bastante más de sí. 
Granville:  importante puerto y antiguo destino costero, famoso por sus balnearios de principio de siglo.




Coutances: sede del arzobispado y adornada por tres espléndidas inglesias. Todas ellas salvadas de los tremendos bombardeos aliados. Si las hubiesen destruido la ciudad no merecería visita alguna.




Barfleur: en el extremo noroccidental, su faro es un referente en el Canal de la Mancha, y la imaginación nos hace ver a la Armada Invencible y la inalcanzable  costa inglesa





Arromanches: tranquilo pueblo marinero,  de espectacular playa flanqueada por acantilados




Bayeaux: el núcleo más importante de la franja costera de Calvados. Tiene su museo del Desembarco y su cementerio militar; su catedral y su museo histórico-artístico; pero también tiene espacio para el recuerdo en el  Memorial a los Periodistas (creado por Periodistas Sin Fronteras)



Y  lugar e imaginación para la cultura y el espectáculo, como por ejemplo  “El Árbol de la Libertad”




Aquí se construyó la primera circunvalación europea en 1944. Lo que viene siendo la Ronda o la M-30. Fue construida por el ejército inglés  para evitar el combate en el interior de la ciudad, y avanzar más rápido hacia Alemania. Finalmente Bayeux fue conquistada totalmente intacta.

Caen: capital de la región, con 110.000 habitantes, me vuelve a recordar que todavía existen las ciudades: tráfico, atascos y  semáforos; mendigos, chorizos y borrachos; tiendas, rebajas de verano y las de siempre como pollo sin cabeza y las manos llenas de bolsas.
El vaso medio lleno es de cerveza, y está en los bares y terrazas, con una variada y joven fauna,   posiblemente fomentada por las varias universidades de la ciudad. Y si tengo una bonita inglesia o un recio castillo para visitar, todos los males quedan en segundo plano
.



Para cerrar el círculo, una tercera visita a Saint-Michel,que no será la última. A pesar de pertenecer a la Bretaña, yo pondría una copia en cada región.  No me canso de verla, siempre en continuo cambio, Ahora con sol (difícilmente), ahora con caprichosas nubes que corren por el cielo sin impedimentos, luego un gris plomizo capaz de desanimar al más optimista. Y si bajas la vista al suelo veras el movimiento perpetuo de las mareas (todo un cachondeo), llevado a su máxima expresión con el fenómeno de “el macareo”. En este caso las aguas atlánticas penetran en la bahía a una velocidad tal que crean una ola de un metro que los más valientes del lugar se atreven a surfear y navegar.  La ola recorre la toda la bahía ininterrumpidamente, y trae consigo a  todo el océano, en un ensordecedor rugido, que llena la bahía de agua en unos minutos.



El video es mucho más directo y explicativo que mis torpes palabras, pero mi ignorancia llega a no poder colgar  videos. Vosotros seguro que los encontráis navegando las olas de internet. No os defraudará.

Ahora me encuentro en tierras bretonas, en busca de Asterix y Obelix y de un buen asado de jabalí. La aventura continúa, de nuevo solo ante la ruta, en busca de esos trocitos de realidad capaces de hacer feliz a cualquiera.

Para despedir  la conexión, una palabras  de unos clásicos muy listos, que me parecen  muy apropiadas en este momento

“Aprovecha El momento, no confíes en el mañana” – “Carpe diem quam minimum credula postero”                                                                                     HORACIO
“Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o  no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre”                                                                               PLATÓN



Saludos, besos y abrazos desde la Francia Libre a mis amigos, a los que siempre tengo presente