Tras la sorpresa de Lisboa, llega la
magia de SINTRA. Una ciudad rodeada de colinas plagadas
de palacios, castillos, chalets, parques y jardines que crean un
ambiente de fantasía donde la imaginación no encuentra freno.
Algunos de estos edificios tienen un antiguo origen, como el Castillo
de los Moros o el Palacio Nacional,
pero la mayoría tiene sus orígenes
en la corriente romántica que adaptó Europa en el s.XIX. Es el caso
del Palacio da Pena, que con su mezcla de formas y colores parece
creado por Disney
o como la Quinta da Regaleira con
jardines enigmáticos y laberintos subterráneos de accesos
increíbles como este pozo de 30 m de profundidad con una escalera
interior en espiral de 8 plantas
Eso sí, todo tiene un precio, y los
portugueses no pierden el tiempo y pretenden salir de la crisis a
costa de los turistas. Todo se paga y bien. Para ver todos estas
maravillas tuve que rascarme el bolsillo: 35 € en un bono conjunto,
sin tregua alguna a estudiantes o desempleados.
Pero bien vale la pena, aunque sea
necesario estar en forma para enfrentarse a las inevitables cuestas,
que como recompensa obsequian al esforzado con vistas inolvidables
Si las piedras y la historia no son lo
tuyo, puede que las playas y el mar si llamen tu atención.
ERICEIRA podría ser un
buen destino, con un sinfín de pequeñas playas encajonadas entre
acantilados, que a lo largo de algunos kilómetros crean la 2ª
Reserva Mundial de Surf.
A mi me ha dado tiempo de verlo
bastante bien. Todo un fin de semana a pie de playa viendo como un
temporal me impedía casi salir de casa, aunque me tenía entretenido
con un espectacular oleaje
Y para que la temática no se haga muy
monótona: MAFRA, su Palacio Nacional
y su biblioteca !!!
Y de vuelta al mar, pues la verdad es que no me canso nunca de él,
siempre infinito, siempre diferente. Esta vez el destino es la
amurallada PENICHE y su Cabo Carvoeira, de
impresionantes paisajes acantilados y playas surferas (10 días
después se celebraba el Campeonato Mundial).
Este lugar se complementa con una suculenta oferta gastronómica de
marisco y pescado, donde nunca faltan las olorosas sardinas, plato
nacional olvidado ante el bacalao.
Es un placer pasearme ante tantos restaurantes leyendo sus cartas y
descubriendo platos nuevos, aunque poco a poco vaya salivando más y
más. La solución sería entrar en cualquiera de ellos, pero te
aseguro, y lo tengo comprobado, que no hay nada más triste que
sentarse solo en un restaurante a disfrutar de la mesa. Estando solo
la fiesta desaparece y el disfrute queda en simple comida.
Yo me contento con disfrutar de los lugares, de ver cosas nuevas,
pasear y conocer, que para comer ya tengo buenos supermercados, mi
cocina y mi comedor, a los que buen rendimiento saco. Además mi
presupuesto no se ve tan perjudicado y me ahorro volver con unos
buenos kilos de más.
Algún día volveré acompañado y podré llevar a mi acompañante a
cualquiera en estos lugares que me hicieron babear.
El que no se consuela es por que
no quiere.
Lo que no tiene discusión es que con la barriga llena, aunque sea de
patatas fritas y un litro de vino, todo se ve mejor, todo tiene mucho
mejor aspecto. Tal cual ocurrió en ÓBIDOS, histórico
pueblo muy visitado en esta época por autocares de jubilados camino
de Fátima. La belleza de este pueblo es tal que se considera una de
las 7 Maravillas de Portugal, y se remonta al s.XIII cuando el Rey
Dinis lo ofreció como regalo de bodas a su esposa.
Totalmente rodeado por una muralla, se puede pasear sobre ella
contemplando el pueblo y su sobrio castillo convertido en la primera
“pousada” del país. Durante mis días de visita se inauguró el
Festival Literario Internacional de Óbidos, y todo estaba muy
arregladito, con un estupendo ambiente medieval y conciertos gratis
por las noches.
Con este plan, y un buen aparcamiento con todos los servicios
necesarios, no hay prisa por marcharse, y la tranquilidad y la
paciencia lleva a poder ver atardeceres como este
En el centro de Portugal se agrupan varias localidades que acogen un
conjunto de edificios religiosos protegidos por la UNESCO y
considerados Patrimonio de la Humanidad por su historia y valor
artístico. Se localizan cerca del Santuario de Fátima, que solo
está protegido por Dios.
En este viaje me he decantado por el criterio de la UNESCO,
visitando:
1 - ALCOBAÇA: con un monasterio románico cisterciense
de grandes dimensiones
que acoge los sepulcros de D. Pedro y su amada Dña. Inés, con su
triste historia de amor. Ella fue asesinada para evitar que se casara
con él. Cuando él fue rey, desenterró a su amada, se casó y
coronó su cadaver, y obligó a sus asesinos a rendirle homenaje
besando su mano en descomposición
2 – BATALHA: monasterio gótico levantado para
conmemorar la victoria portuguesa en la batalla de Aljubarrota, donde
los lusos, con 6000 hombres vencieron a los castellanos con 30.000.
3 – TOMAR: el Convento de Cristo fue fundado por los
templarios en 1160, construyendo un templo circular, con un altar en
su centro, todo ello totalmente decorado con pinturas, frescos,...
Esta maravilla se encuentra dentro del recinto amurallado de la
ciudad, junto al castillo.
Pero en Tomar no todo ha sido bonito y fácil. A punto estuve de
mandarlo todo a Tomar¡por culo!. - “ Son las 16.30 horas y
acabo de sentarme en el sofá a tranquilizarme con una cerveza y un
cigarrito, aunque todavía no he comido. Me ha costado encontrar
aparcamiento 1 hora y 10 kilómetros dando vueltas por una ciudad de
16 mil habitantes, para acabar pagando en el camping. La zona donde
suele aparcar mi gremio está ocupada por la Feria, por una mierda de
feria ” .
Saturado de tanta iglesia, recurro de nuevo al mar para descansar en
NAZARÉ. Una tremenda playa me acoge, vista desde un
promontorio acantilado sobre el que se asienta parte de la ciudad.
En estas playas se produce una ola de más de 30 metros de altura
debido a las especificidades del fondo marino, y que solo algún
temerario se atreve a intentar surfear. Por desgracia, y a pesar del
mal tiempo, el mar estaba en calma, pero las fotos se pueden ver por
todo el pueblo, e impresionan
La playa vuelve a estar emparejada con una impertinente lluvia y
unos cielos muy nubosos
COIMBRA
23/10: es viernes y comienza el fin de semana, y para celebrarlo he
comido de restaurante. Ha sido un exquisito y famoso bocadillo de
cochinillo asado regado con abundante vino, café y copa.
Paseando de vuelta a casa atravieso el parque, cuyo suelo está
alfombrado por miles de hojas de platanero, y de repente observo
como, unos metros por delante, otra hoja cae lentamente balanceán-
dose hasta camuflarse en el suelo. A pesar de la simpleza del
acontecimiento, me quedo inmóvil esperando volver a ver otra otoñal
caída, pero van pasando los minutos y no ocurre nada.
Mientras espero me entretengo imaginado esta arboleda cual nocturno
firmamento, y a estas caducas hojas en caída libre como estrellas
fugaces. Y cuanto más tiempo pasa más me reafirmo en esta
comparación, pues a pesar del tiempo esperado no he vuelto a ver
caer otra hoja.
Continúo camino sintiéndome afortunado de haber visto caer … una
hoja de platanero.
Y además de ser famosa por sus hojas voladoras, Coimbra posee una
de las universidades más viejas de Europa, fundada en 1290, aunque
me he negado a pagar por visitar sus joyas: la biblioteca y la sala
de diplomaturas; pedían 9 €, cantidad realmente astronómica en
este caso. Además ya tengo en casa la gran biblioteca del Escorial o
las salas de la histórica Universidad de Alcalá.
A pesar del cabreo ante este intento de atraco, he disfrutado de una
bella ciudad que se eleva a orillas del rio, contemplándola desde mi
aparcamiento, en el parque, en la orilla contraria.
Acabo de cruzar la frontera y de cambiar de nuevo la hora. 2 veces en
una semana. Pero no volveré otra vez con el tema. Solo me queda una
semana de ruta, durante la que daré cuenta de Cáceres y del Parque
Nacional de Monfragüe, y de alguna cosita más. Pero estos lugares
los dejaré para que los descubrais vosotros.
Saludos y hasta pronto