Bienvenid@s a mi blog, donde narro mis viajes en autocaravana a lo largo y ancho de Europa


lunes, 16 de mayo de 2016

ALEM-ALIEN

Domingo, 1 de mayo de 2016

-Día del Trabajador, Día de la Madre y Día de la Madre Trabajadora, ¿ por qué no?.
-menudo chollo para el Corte Inglés.
Ya estoy ubicado en el parking de Braubach, que viene siendo el jardín de casa por unos días. En orilla del Rhin, bajo el Castillo de Marksburg,.... no está mal. Es lo mejor que he encontrado después de un mes, a excepción de Heidelberg.



Hoy se acaba el día sin haber vendido una escoba, pero con 80 kms encima para encontrar wifi. Han sido 4 horas chupando en el parking del Sr. McDonalds. Así he podido colgar una nueva entrada del blog, hacer un skipe con la costilla y pasar un buen rato con el wasap de los pardaleros. Hasta Goyo ha tecleado algo, aunque es una piedra dura.
-¡gracias amigo!
También he conseguido encontrar un lugar decente para aparcar en Coblenza y darme unos días para conocerla, aunque no ha sido fácil. Jugando con el Tom-Tom he llegado la Oficina de Turismo, pero la habían trasladado. Me he apañado con un minúsculo plano que he conseguido en la estación de tren.
Cinco posibles lugares, deducidos del mapa, han sido explorados. El último el camping, y con razón, pues la noche sale por 25€ en el ¡ parking de recepción !. Dentro de 40 € para arriba.
¡con lo que yo puedo estirar 40 €!
Total, que sabiendo donde tengo que poner el nido, ya me quedo mas tranquilo. Pero de momento me he vuelto a este lugar tan apetecible. Y ya veremos hasta cuando. Aun se puede hacer algo más por aquí sacando la bici.
En un par de días se cumplirá el primer mes de expedición, que viene siendo el más duro. Pero ya he pasado mi tarde de penitencia nostálgica, así que ahora solo queda mirar hacia el NORTE.
Y encima ha salido el Sol. No puedo pedir más, estoy entrando en éxtasis. Así que me voy a tomar una copa a la salud de los trabajadores y de las madres, y también por mí, porque me lo he ganado y porque me apetece. Y es domingo, y apalancado al sol de esta guisa creo que no hacen falta más escusas ….



Me he puesto a juguetear otra vez con el wasap. No daba a basto con las manos: las teclas, los cacahuetes, un cigarro, el vaso. Y para redondear el día se me ha ocurrido hacerme una foto. Se lo he pedido a mis vecinos alemanes de Hamburgo.
Y así a empezado una conversación, chapurreando el ingles pero casi sin entenderlos de lo bien que lo hablaban. Incluso sabían algo de español, igual que hago yo con el inglés.
Me han invitado a cerveza, pero no he podido corresponder porque me había bebido todas las que había en la nevera. Han sido 2 horas sin parar, hasta que ha anochecido.
Cuando he entrado en casa me he dado cuenta de que finalmente he acabado alegre y distendido. Situación no incompatible con tres huevos fritos con media docena de ajos y un paquete de frankfurts.
Lo he pasado en grande, hablando con gente y no solo, pero algo avergonzado por mi pobre y oxidado inglés.

La resaca al día siguiente fue dura de llevar. Para despejar, un paseito y un zafarrancho general de limpieza, que ya era hora.. Y cuando acabé con la casa empezé conmigo. Lavado, afeitado, peinado y perfumado.
Acabé justo para comer. Tras lo cual, una pequeña sienta y otro paseo para acabar de ser persona.


En el Valle medio del Rhin, el tramo comprendido entre Bingen y Coblenza está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son 100 kilómetros serpenteantes, sin puentes, flanqueados por suaves colinas a ambos lados y con riscos donde se sitúan más de 35 castillos, fortalezas y palacios con estos




                                 Es un tramo que no pasa desapercibido al turismo, ya sea en barco



                                                               en autocaravana



                                                                     o en la grua


                                                             imaginación no le falta.

                                        Pero también es una vía de transporte muy transitada



Vías de tren en cada orilla complementan un flujo de mercancías ininterrupido, de día y de noche.
Pero la explotación del valle, no acaba aquí. Las laderas de sus colinas son un viñedo continuo que produce un vino blanco bastante apreciado.
-No está mal, pero donde se ponga un tinto español....



Por estas tierras también he encontrado signos evidentes de la internacionalidad del Camino de Santiago. Así que para aquellos asiduos a él, aquí les dejo una idea para futuras expediciones




Jueves, 5 de mayo de 2016

Coblenza la principal ciudad de la zona, y aún así pequeña, 100 habitantes aproximadamente. En 2 días peinada. Su principal atractivo es la confluencia entre los ríos Rhin y Mosela



y un moderno teleférico que sobrevolando el Rhin sube hasta los 118 m de la meseta donde se sitúa una gran fortaleza de época prusiana,



con museos, donde he encontrado esta preciosidad, como adelanto de lo que espero llegue



Este fin de semana se celebra una gran fiesta medieval en el recinto, aunque a mi se me ha escapado por un día. Aunque no se si ha sido suerte o desgracia.
Hoy es festivo, es el Día del Padre en Alemania. Y como consecuencia es puente.
-¡ Si, los alemanes también hacen puente!, y lo saben hacer bien. Cuando llegué eramos 5 en el parking. Hoy me he levantado contando 50 vecinos. Y en el puerto he contado media docena de cruceros atracados.
Las calles están abarrotadas de alemanes, enseñándole las carnes a un Sol que se ha hecho de rogar, pero que parece que ha vuelto para quedarse. Me imagino la fortaleza “medieval” como un hormiguero recién pateado, como una marabunta que lo arrasa todo. ¡que miedo, que apreturas!
Pero la foto que mejor resume Coblenza es esta, donde se reúnen iglesias, castillos y cruceros



Saliendo de Coblenza me he llevado una sorpresa. La zona volcánica de Eifel, que aunque apagada desde hace 13.000 años, no está extinguida



y prueba de ello está en Andernach, este geiser de agua fría de 60 m, que es record Guinness.

También sorprende por su rareza esta mina de basalto de Mendig, también utilizada en el s. XIX por 28 cervecerías para fermentar su producción aprovechando sus bajas y constantes temperaturas.


El lago Laacher, con una profundidad de 274 m, es el antiguo cráter de un gigantesco volcán. Aún se pueden ver como afloran a la superficie columnas de burbujas de CO2.



Y en su orilla se encuentra la Abadía de Santa. María de Laach, muy venerada en la zona.



La Señora estará recontenta, pues se ha dado un baño de multitudes este fin de semana. Y los monjes que viven en este complejo “vacacional” también, pues habrán hecho buena caja con su hotel, sus recuerdos, su librería, su frutería, su bar, su parking. Un montaje comercial de primera categoría.

Antes de enfrentarme a Colonia un par de paradas. La primera en Remagen, para ver su inexistente puente, famoso por una batalla en la 2ª Guerra Mundial llevada al cine por Hollywood: “El puente de Remagen”




La segunda en Aquisgrán para ver las reliquias del emperador Carlomagno y el lugar donde las guardan





Domingo, 15 de mayo de 2016

En la tranquilidad de un bosque, con el sonido de los pajaricos como compañía trataré de recordar los fantásticos 4 días pasados en Colonia. Aquí y ahora, con un termómetro que no sube de los 8 grados, intentaré calentarme con el recuerdo de los 25 º C que he disfrutado en la ciudad, y que los alemanes saben aprovechar bien, ya que nunca se sabe lo que durarán.




El último día de estancia en la ciudad, el jueves, con toda la faena cumplida y contento por como había discurrido la visita me regalé un ratito de relax y una cerveza. Encontré el nido donde abastecerme, y para camuflarme bien, acabé como ellos, tirado por el césped, jugando de nuevo con el waaaasaaaap.
Esta vez fue Eduardo quien atendió mi apetito de comunicar, que se alargó durante un par de horas durante las cuales dos viajes más dí para saciar mi sed. El problema que aquí los quintos no saben lo que son, y más bien gastan medianas de medio litro. Y otra vez acabé calentito y dando palmas de alegría camino de casa.

Colonia vive alrededor del río, abierta a él a través de grandes parques y paseos, donde su gente disfrutan



del buen tiempo paseando, corriendo, con una cerveza o una barbacoa, o simplemente con la contemplación
de una cara de la ciudad que podría aparecer en cualquier postal, y que alcanza su mayor belleza de noche




                         De día y desde un rascacielos, la imagen cambia, pero tampoco pierde belleza.



Este puente, retratado mil veces con su estructura hundida en el fondo del río a causa de la guerra, hoy es el símbolo del amor, representado por los más de 100.000 candados enganchados a su estructura



Para conocer bien la ciudad hace falta moverse y lo mejor para ello es la bici. Más de 100 kms en los cuatro días para comprobar lo bien que trabaja esta gente y lo que se lo han currado durante años para volver a poner las cosas en su sitio tras haber sido arrasados en la guerra



Lo han reconstruido todo, hasta las más de 30 iglesias marcadas en el plano turístico, de un total de 150.




Pero la que se lleva el premio gordo es la gigantesca catedral que permaneció intacta tras los bombardeos




y donde guardan las reliquias de los Reyes Magos en un arca de oro y piedras preciosas.
Así que al final, parece que los Reyes existieron de verdad, aunque no creo que estén para dar muchos viajes.

Pero no todo es viejo o reconstruido, también hay modernos edificios como las Casas-Grua, levantadas en los antiguos muelles del puerto fluvial, ahora remodelados como un barrio bien, con puerto deportivo incluido




Y para cerrar la crónica de hoy un poco de humor alemán representado en la imagen de un Jesucristo que parece aficionado a la cerveza alemana,


                                                                 y también al juego



Y si alguien se pregunta sobre la inmigración y la mezcla de culturas, espero que esto le aclare las dudas





                                                               Besabrazos para todos/as


                         “No hay ningún viaje malo, excepto el que te conduce a la horca”
                                                         Miguel de Cervantes











domingo, 1 de mayo de 2016

ALEMANIENG

                                                         ALEMANIENG


Viernes, 22 de abril de 2016
Llegar a nuevo destino y encontrar buen aparcamiento crea una euforia desmesurada difícil de canalizar. A mi me dio por conectarme a través de mi modem portatil y mi tarjeta pre-pago.



Y de después de un vermuth cojonudo wasapeando con la liga de mis estrellas, llegan unos macarrones con chorizo al “estilo de Huelva”, y una sobremesa plagada de cacahuetes, copas de cognac francés y chupitos de whisky escocés. Y con el cuerpo calentito y los ánimos a tope llega la hora arremangarse los calzones e irse “pa tol medio” de Heidelberg pedaleando por la verita del rio. Con su parque y su césped lleno de juventud al comenzar el fin de semana con un agradable y agradecido sol.



Y yo tan pichi, aquí me paro, aquí una foto:
-¡ Quita paleto que me jodes el encuadre!
Y así hasta el puente antiguo que da acceso al centro histórico, para aparcar la bici y pasear.




-¡¡¡Enano!!!, aquí tienes una fotico con río, puente y castillo como pediste. Espero que te guste. Me costó subir dos veces al cerro para que saliera bonita.


Con el paseo me ha entrado sed -supongo que del jamón y del queso, que no del esfuerzo de dos kilómetros pedaleando-. -¡Quien pillara este barril!-. 220.000 litros de vino, guardados en la bodega del Castillo, cuya grandiosidad y belleza es el símbolo del romanticismo alemán.


Así que me voy a gastar unas pesetas en birra alemana, que dicen están muy buenas. Pero cuando he ido a atar la bici el candado no estaba. Se ha perdido, solo, yo no he sido.
Total, que me he quedado sin paseo, y he tenido que volverme a casa con un buen cabreo. Y cuanta más gente por la calle para esquivar, más rabia. Y entre reniego y reniego he llegado hasta la puerta de casa con la esperanza de que algún alemán, tan majos que los pintan, me hubiera o hubiese dejado el candado colgando en la puerta. ¡¡¡¡ y un mojón !!!!!
Pero la sed no se ha ido con el disgusto, sino que se a multiplicado, igual que mi cabreo.
Total, que al final,después de atada la bici con otro candado y jarto de andar buscando una cervecería cerca de casa, me ha tocado comprarme la dichosa cerveza en la gasolinera. Eso sí, una Franciskaner de las buenas (y otra para el camino). Que ya no tengo que conducir ni pedalear.

Repuesto en parte del disgusto y de la sed, me he sentado a escribir esta breve crónica tomándome la otra cerveza, que ya se habrá enfriado lo suficiente.
-ahora mejor. Ya me voy acordando de más cosas.

Como por ejemplo de Karlsruhe, mi primer pueblo en Alemania. Famosa por su Palacio.



Aparcar, lo que se dice aparcar lo hice a la primera siguiendo las coordenadas que tenía anotadas. Pero a 10 kms del centro de la ciudad. Menos mal que lo tienen todo estudiado y el tren estaba a 2 minutos andando. Yo ya me frotaba las manos con el triunfo hasta que tuve que enfrentarme con la máquina de billetes.
-¿Quiere billete?, ¿cuantos quiere?, - pero todo eso una máquina y en alemán.
-ahora deduce tu lo que está escrito en la pantalla. Yo solo se que KARTEN es la Visa de toda la vida, y el Fresa me ha enseñado que 1 es EINE.
-Después de toquetearlo todo, y sin saber como, consigo el billete.
-Y ahora me avisarán por megafonía cuando llegue mi parada..... pero en alemán; igual que los tickets del super. Y la publicidad callejera. ¡¡¡Joder, estoy en Alemania!!!.



Podían tener un poco de consideración para los güiris y poner algo en inglés, al menos. Pues ni eso, de momento no he encontrado el pueblo o la ciudad que tenga un detalle. Y si esperas información en español en algún museo o lugar turístico vas fino, fino. Eso sí, cuando vienen a España



que no les falte de nada, se lo ponemos todo en su idioma, y si quieren sangría en invierno y paella para cenar pues también se le pone.

-¿Queda claro que no estoy muy buen de humor?. Es cierto “resquemor” pasajero, pero todavía no.
Pues hasta lo visto, creo que se les ha acabado la pintura para los pasos de cebra. Las aceras tienen sus bordillos rebajados y todo lo que pida la ley y el buen juicio, pero lo que viene siendo el paso de cebra en sí y su señal correspondiente no existe. Y por lo tanto los conductores ni pestañean cuando intentas cruzar, y siguen acelerando. O usas los semáforos o hay que ir con tiento y talento. Y donde halla un semáforo, allí plantados están ellos haga frío, llueva o se caiga el mundo. Que hasta que no se ponga en verde, aguantan estoicos. Debe ser su forma de ser, su cultura o su educación. Los españoles el día que enseñaron eso estabamos jugando a los futbolín.
Luego están esos cochazos, de los que ves uno al día en tu pueblo. Pues aquí ves uno cada minuto, los Porsches como “schurros”, y los incontables coches tuneados, y cuanto más ruido mejor.

-Y hasta aquí el calentón del día. Me voy a dar un paseo nocturno, a que me de un aire,.... o algo así.

Repasando fotos de Karlsruhe he encontrado una del Museo de Bellas Artes para finalizar el bloque


Entre Karlsruhe y Heidelberg, pasé un par de días en Speyer ó Espira. Encantadora ciudad de tranquilo ambiente y centro peatonal presidido por su impresionante catedral románica (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1981).



Encaramado a una de sus 4 torres se podían ver vistas del Rhin como estas




También había bastante entretenimiento a lo largo de su calle principal y alrededores


La sorpresa me la llevé al encontrarme el peculiar Technikmuseum Speyer, de dificil descripción. Aquí se expone todo artefacto que tenga motor y sirva para desplazarse. Con solo un paseo a su alrededor me encontré con ésto




Un 747, pero también se puede admirar un submarino de la 2ª Guerra Mundial, barcos y trenes variados.Se puede acceder al interior de éstos previa adquisición de la entrada de 19 € que da derecho también a una proyección en sala Imax y a visitar las naves y hangares del museo, donde guardan un transbordador espacial de la NASA, coches (F-1, Ferraris, …) motos y demás cacharros.

Y para despedirme de la ciudad, un paseo por los lagos que hay a las afueras, que incluyen playas y chiringuito. Poquito uso me parece que le dan.



Miercoles, 27 de abril de 2016

Acabo de abandonar Worms, donde la atracción era otra gran catedral románica totalmente diferente de la Speyer. Pero a pesar de ser muy bonita y, estaba bastante sucia y en obras. La ciudad también es reconocida porque aquí se originó la corriente religiosa del reformismo Protestante de Martín Lutero. También se reconoce su barrio judío, arrasado en 1938 por los nazis durante la Noche de los Cristales Rotos. La comunidad de Worms tuvo gran peso en toda Europa desde la Edad Media, y hoy vuelve a estar presente. Su cementerio conserva tumbas desde el año 1076.



Día y medio he aguantado en la ciudad, una noche. Mal aparcado en el parking de un centro comecial, lloviendo, y con poca cosa más que ver... estoy perdiendo dinero y tiempo.
La Leyenda de los Nibelungos se creó en estas tierras, y hay un museo que cuenta la historia del poema épico. Pero en el museo, las audioguías solo están en alemán, inglés y francés. Sin palabras.

Remarcable de estas tierras es también el frío que estoy pasando, por no comentar el tiempo tan cambiante al que hay que adaptarse. Puedes levantarte a las 6,30 am con un sol radiante y un cielo un azul eléctrico pero a OºC, y que a las 11,30 am el cielo se ha llenado de nubes y comience a nevar. Que después de comer llueva toda la tarde y salga el sol para un bonito ocaso a las 21 h.
Con tantas horas de sol, hay más tiempo para el turismo, y yo no necesito dormir tanto. O mejor dicho no aguanto en la cama tanto. Esoo sí, con temperaturas que no pasan de los 10ºC.
-¡ Y yo que me fuí a Almería huyendo del frío de Madrid!- cuando este año no ha hecho frío en la capital. Ahora estoy poniendo más la calefacción que en los tres años que llevo vagabundeando.
-Voy a encender la estufa ya que no siento los deditos, y a ir preparando unos callos con garbanzos bien calentitos para calentarme también por dentro. Esta tarde siesta, quizás una película, una ducha (ya toca) y a escuchar la Champions del At. de Madrid, por la única emisora que me queda: RNE.


Viernes, 29 de abril de 2016
Como cualquier viernes, aquí y en el Monte Pichincha, toca celebrar, con una “cocreta”, que llega el fin de semana. Bien instalado, con la barriga llena, café y copa, os dejo con el final del capítulo.

Cerrando la trilogía de las grandes catedrales románicas del Rhin,  os presento la de Maguncia



La ciudad no da mucho de sí, o demasiado, pues todo está muy lejos: el parking, el centro, el río.
Así que la visita ha sido una gran caminata doblando turno -mañana y tarde-. Pero no hay por donde cogerla. Eso sí, de iglesias... para jartarse, si te gustan. Para no aburrir dejo solo una muestra



-¿y yo?, pues bien, vagabundeando por Alemania, intentando difrutar del momento y la oportunidad


PD: la próxima entrega será de ríos y  castillos, para ir variando.


                                                                                                                Saludos con cariño


                                            “La vida es un viaje, no un destino”