UNA
PRETEMPORADA DE FIESTA
VALENCIA - TERUEL - CUENCA - GUADALAJARA
Un
viaje comienza a disfrutarse con su propia planificación. Convencido de ello,
con la ilusión de un nuevo reto y fomentado por mi errático sueño, he llegado a
levantarme unos días a las 5, otros a las 6 y los más a las 7 de la mañana para
dejarlo todo cuadrado y organizado. Llegado el momento oportuno siempre habrá
tiempo para la improvisación.
Tras
pasar en Madrid todo el invierno preparando la temporada 2018, ha llegado el
momento de ponerla en práctica.
El
destino ha decidido que este año el proyecto me lleve por tierras nacionales,
en busca de nuevos lugares por descubrir y conocer, de reencontrarme con viejos
conocidos o de disfrutar de algunas de las fiestas más reputadas del país.
La
imaginación es un mundo sin fronteras ni límites, pero incapaz de abarcar lo
que aquí se cuece durante más de una semana, con el plato principal servido en
los últimos 4 días.
Mascletà
diaria en la Plaza del Ayuntamiento, fuegos artificiales cada noche en el
Parque del Turia. Una ciudad paralizada por y para la fiesta, e invadida
literalmente por una marea humana llegada desde cualquier parte imaginable del
planeta. Y todo ello envuelto por el estruendo continuo de toda clase de
material pirotécnico, durante las 24 horas del día, en cualquier lugar de la
calle o del cielo.
La
plantà de las fallas da comienzo a la
recta final. Más de 700 de estas obras de arte estaban repartidas por toda la
ciudad. Grandes, pequeñas, infantiles, modestas o gigantescas ocupan amplias
plazas, intersecciones de calles o pequeños rincones donde pensar en la cremà sólo me llevaba a imaginar un
desastre o una desgracia.
Y
allí donde no había una falla, había plantada una churrería. Increíble. Largas
colas, mañana y tarde, para comerse unos churros o unos riquísimos buñuelos,
sobretodo los de calabaza. Irresistibles.
El
punto final a la fiesta lo pone la cremà.
Fuegos, cohetes y mucho humo se alargan hasta bien entrada la madrugada. Y ojo
con querer verlo todo de cerca. El calor, la humareda o los cascotes
incendiarios cayendo del cielo pueden ser una sorpresa muy
desagradable.
Entre
tanto cachondeo siempre cabe tiempo para el ocio, el paseo y la culturización.
Y Valencia tiene de todo, siendo los toros un ingrediente esencial en toda
fiesta que se precie de tal. Ésta es una de las plazas grandes y ella solita
demuestra su “amor taurino”.
El punto cultural se puede encontrar en el Palacio del
Marqués de Dos Aguas, donde se aloja el Museo Nacional de Cerámica y Artes
Suntuarias. Su portada barroca de alabastro es de “traca”.
Y si se alarga el paseo se puede llegar hasta la Ciudad de
las Artes, donde la moderna y polémica arquitectura de Calatrava ha dejado cosas como este
Palacio de las Artes, que más parece una nave de Star Trek. Lástima que ya se cae a pedazos.
El descanso a tanto ajetreo lo busqué en Teruel, capital del arte
mudéjar con un grupo de torres medievales Patrimonio de la
Humanidad.
Es una de las capitales de provincia más pequeñas y menos
pobladas de España, hecho que facilita las cosas. Con un corto y tranquilo
paseo se puede disfrutar de todos sus encantos, siendo la histórica y romántica
leyenda de los amantes de Teruel uno de
ellos, y cuyo Mausoleo es otro gran reclamo turístico.
A pocos kilómetros de la capital turolense, se esconde Albarracín. Enclavada en la sierra
y encaramada a un promontorio rodeado por un profundo y estrecho meandro del
río Guadalaviar, es una joya de la arquitectura serrana. Protegida por una
espectacular muralla medieval y de un obligatorio tono rojizo, su visita es más
que recomendable.
Poniendo rumbo oeste, siempre con Madrid como destino
final, la siguiente parada se encontraba en Cuenca.
En su Ciudad Alta se concentran la mayoría de atractivos
turísticos, abanderados por las Casas Colgantes, otro Patrimonio más.
Pero el parking y muchos de los miradores se encuentran en
el fondo de los dos ríos que la rodean, por lo que la visita no resulta nada
descansada. Dos días pasé cuesta arriba y cuesta abajo, a lo que sumando un frío
pelón y temperaturas de - 4ºC por la noche, hicieron de la visita casi un acto
de fe … en el turismo.
Y como no podía faltar una iglesia en el relato, aquí quedan
las imágenes de la Catedral de turno.
En este punto del viaje, se sumó Sofía a la ruta. Una distinguida
pasajera con abono de temporada dentro de la autocaravana. Juntos nos
dispusimos a recorrer los alrededores de la ciudad, donde se pueden visitar
auténticas obra maestra de la naturaleza. Las Torcas de Palancares y las
Lagunas de la Cañada del Hoyo fueron el siguiente alto en el camino. Se trata
de depresiones circulares creadas por el colapso del terreno, que en algunos
casos tienen su fondo ocupado por una laguna.
Pero en cuanto comenzamos a adentrarnos en la sierra, el
frio y la nieve se convirtieron en los protagonistas principales del paisaje.
Una espesa capa blanca lo cubría todo.
Este fue el motivo por el que volvimos a suspender, por
segunda vez, la visita a la Ciudad Encantada. Pero con los kilómetros nos
fuimos envalentonando y autoconvenciendo para superar la situación. Y el
nacimiento del río Cuervo nos recibió así.
Impracticable
la pernocta sobre más de un palmo de nieve y con una temperatura que no remontaba los -2ºC
al mediodía, decidimos continuar ruta hasta encontrar parajes más practicables.
El
exceso de kilómetros y de confianza en un en unas tierras desconocidas nos
metió en un grave aprieto. Más de 150 kms sin ver una gasolinera nos abocó a
quedarlos sin combustible. Rebuscando en el GPS, rezándole a todos los santos
(por si acaso), con la tensión cargando el ambiente y a una velocidad de desfile, pudimos llegar, en un agónico
sufrimiento, a una estación de servicio cuando el ordenador de a bordo ya
marcaba 0 kms en la autonomía de viaje. Y aún tuvimos que esperar 3 horas para
que el encargado comiera y disfrutara de
su siesta.
Solventado
el percance, pero con el susto todavía incrustado hasta los huesos, llegamos al
Pantano de Buendía, en la
frontera con la provincia de Guadalajara. Aquí, dos tipos, de forma espontánea
y voluntaria, se dedicaron a esculpir las rocas de la orilla del embalse.
Docena y media de esculturas conforman hoy la Ruta de las Caras. Monjes,
vírgenes, músicos y duendes conforman un repertorio donde mi favorita delata unas
preferencias musicales.
Atravesando
la extensa provincia de Guadalajara fuimos siguiendo la herencia del Dictador,
disfrutando de la paz y tranquilidad que
pueden llegar a proporcionar las orillas de los embalse de Entrepeñas y La
Tajera.
A
continuación nos adentramos en la comarca de La Alcarria, donde encontramos los castillos de Jadraque y Torija.
Y
el punto final lo puso la ciudad de Guadalajara,
donde a pesar de no estar planificado, nos topamos con la iglesia y su Semana
Santa.
Recorriendo
la ciudad, conseguimos visitar la iglesia de S. Francisco, cuya bóveda acoge
más dragones que la casa de Daenerys Targaryen.
El
mismo templo guarda bajo tierra una cripta donde los duques del Infantado, de
la familia Mendoza, se construyeron un
gran Panteón de mármol a semejanza del existente en El Escorial.
Ineludible
visita en la ciudad son también el Palacio del Infantado o el Panteón de la
Condesa de la Vega.
Mueve
tu culo, vive, visita y disfruta. Luego no serás capaz de elegir tu comunidad o
país, todos lo serán.Con
los kilómetros recorridos tu coche se hará más viejo y tu mente más grande. Vive,
… y vive por ti. Preocuparse
por el resto plantea una difícil dicotomía de interminable reflexión. De ella sólo
surgirá lo que siempre se ha llevado en la sangre, quizás en el alma, por lo
que la decisión ya estaba tomada desde un principio. Simplemente vive siendo
tú.
“Nacimos para un propósito mucho más grande que ir a
trabajar, pagar cuentas y morir”
Oh! Has vuelto con brío!!! (Y con frío) genial, como siempre, disfruta como sólo tu sabes, baby
ResponderEliminarBesabrazo de Fi
Gracias Volvoreta, siempre la primera.
EliminarMi niño, que bien te veo !!!! Disfruta y ponte gustona, eso si, guarda fuerzas para las fiestas del Pilar, que seguro este año estarán marcadas en tu ruta...
ResponderEliminarBesicos muchismo gordos
Esa Fresa!!!!!. Apuntas muy lejano. Pero si insistes intentaré buscar un hueco para tus fiestas. Aunque quizás te pueda poner los dientes largos haciéndote un hueco en mi casa y en mi ruta para esas fechas.
ResponderEliminarAhí te dejo la pelotica en el tejado.
Besicos.
Qué bien que has vuelto!!! Te veo bien, así me gusta. La próxima vez no lleves a mi Sofi sin gasolina que me la matas de un susto��. Un besazo
ResponderEliminarHola!!!
EliminarTambién te veo, ahí atenta, que bueno. Son gajes del oficio, y si me aprietas ... faena del copiloto el tenerlo todo controlado. Besos para la tropa.
PD: A ver si coincidimos en algún punto, aunque sea un finde.