15 días de
ruta. 15 días de experiencias, mejores y peores, pero siempre diferentes, donde
la cultura de este territorio marca la diferencia, viviendo a su manera, a su
ritmo.
-Seguimos
circulando sin casco en la moto.
-La limpieza
no es uno de los aspectos más cuidados, tanto en la ciudad como en el campo,
incluyendo zonas protegidas como Parques Naturales y Nacionales. Imagen que
puede perjudicar a una zona de un gran potencial turístico que no se explota ni
al 50%.
- Sí que
encuentras oficinas de información turística en todos y cada uno de los
pueblos, pero por regla general con una
gran falta de información y profesionalidad.
-Particularizando
en el área de la autocaravanas, es un destino muy estimado por los jubilados
europeos, que buscan el calor que conforte sus huesos. Y a pesar del respetable
número de autocaravanas que circulan por aquí, no he encontrado ningún área de
servicio para ellas, a excepción de algo parecido en Sanlúcar de Barrameda.
-La oferta
de bares supera lo que un hígado bien entrenado pudiera aguantar. Si buscas un
menú para comer morirás en el intento, pues la oferta se centra en tapas, ½ raciones y raciones completas (de
manjares).
-Y si la
oferta de bares es grande, mayor es la de iglesias. Pero su visita se centra a
unos horarios muy limitados, normalmente relacionados con el culto, descartando
el interés cultural que puedan generar.
Con una
cantidad de santas imágenes inimaginables, y todas ellas veneradas, se siguen
más unos ritos de creencia costumbrista que una religiosidad ortodoxa general.
Las
peñas que se crean en otras partes de
España, aquí se transforman en Hermandades, que giran alrededor de una
imagen religiosa, aunque solo se
acuerden de ella en Semana Santa.
Si sigo
mucho tiempo más por aquí yo también acabaré hablando con mis santos y dioses para
que me toque la Primitiva y poder seguir
disfrutando de esta privilegiada
libertad, a día de hoy perecedera.
-S. Cristóbal: patrón de los
conductores y de las causas perdidas.
-Mercurio: dios romano de los
viajeros
Estos 15
días han dado de sí para mucho, porque la ausencia de áreas acondicionadas no facilitaba las largas estancias en un
mismo lugar.
Todo comenzó
en Jerez de la Frontera: vinos
y caballos son su carta de presentación
-Real Escuela Andaluza de Arte
Ecuestre
-Bodegas Domecq, Fundador, Terry,
Tio Pepe, Gonzalez Byass
pero también
ofrece un amplio casco antiguo de retorcidas calles que imposibilitan recordar el camino de
regreso a “casa”, y donde se puede encontrar desde una Catedral
hasta un
Alcázar,
pasando por el Centro Anadaluz de Flamenco
Siguente
parada Sanlúcar de Barrameda,
capital mundial de la manzanilla (la de los nervios no, la otra)
de la que
hice una buena cata, acompañada de sus correspondientes tapitas, que aunque se
pagan, valen la pena: carne mechá,
chicharrones, albóndigas de choco,…… Pero no todo es fiesta, también hay
tiempo para la cultura (con la visita al Palacio de Medina Sidonia y al
Castillo de Santiago) y el esparcimiento (contemplar la puesta de sol en la
desembocadura del Guadalquivir y recorrer el Parque Nacional de Doñana).
Para
continuar el viaje hacia el oeste hay que bordear el Parque, llegando hasta
Sevilla, para descender hacia la costa
por Almonte y El Rocio, hasta llegar a Matalascañas, donde está el principal
acceso al Parque.
El Rocio cumple con todas las
expectativas esperadas y más. Espléndida ermita de 1969, con su pedazo de
virgen y su ejército de fieles,está enclavada en una aldea sin un metro de
asfalto. Todo tierra y arena, como en el oeste, y rodeada de marismas
donde los flamencos se dejan fotografiar
fácilmente.
El litoral
es una sucesión de playas delimitadas por un cordón de dunas de más de 20 km y
que llega a alcanzar los 112 m de
altura. Estas dunas están fijadas por un bosque de pinos y se precipitan al mar
creando acantilados
La siguiente
área de visita es la relacionada con los
viajes de Cristóbal Colón: el Monasterio de la Rábida, Moguer y Palos de la Frontera. Entre los tres no
llegan para rellenar el contenido de un día.
Una de las
sorpresas más agradables hasta el
momento es poder ver en directo el espectáculo del río Tinto. Es como un trocito de Marte (el “planeta rojo”),
donde incluso la NASA realiza estudios.
Huelva tampoco da mucho de sí.
Simple y sencilla, donde lo más destacable pudiera o pudiese ser
Y después de
tanta decepción , los dos últimos pueblos me han devuelto la alegría y la
esperanza.
Isla
Cristina y Ayamonte, enclavadas en un
Parque Natural, con muchas playas y charcas, pájaros
el tramo final del Guadiana, con Portugal ya en la otra orilla
y alguna sorpresa de última hora
Y la mayor
oferta de bares y restaurantes vista hasta ahora. Terrazas, tapas y mas
tapas. Una tentación…. irresistible.
Saludos
“Nadie
es viajero si
no es curioso”
José Saramago -
Viaje a Portugal
Y el tigre?
ResponderEliminarEl tigre soy yo.
EliminarQué hambre me ha entrado ahora mismo...me voy al bar !!!!
ResponderEliminarM3 alegro de ver que te acuerdas de mí, y que al menos algún efecto producen mis palabras. Y come algo, que luego te sienta mal la bebida.
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