¡ Me resisto a abandonar
este paraíso, hay tanta tranquilidad, tanto por recorrer !
Y con este sentimiento,
me planteé una “espuela”, la penúltima excursión antes de
marchar hacia a Austria, pues hay que seguir el plan de ruta. Show
must go on, como diría Freddy Mercury.
Las que me retienen son
las Tre Cime di Lavaredo (2999m). Su hipnótica
y majestuosa silueta recortada en el horizonte, se ha
convertido en el lugar más visitado de la zona gracias a la
carretera que lleva hasta el refugio de Auronzo (2320m), situado al
pie de la montaña (como el pueblo de Marco) y visible en la parte la
derecha.
La fácil accesibilidad
ha convertido el lugar en una romería internacional con más
cofrades que el Cristo del Gran Poder. Y también en un lucrativo
negocio, pues la carretera tiene un peaje (40€ para las
autocaravanas) que se puede evitar dejando el vehículo en el parking
(18€/24h) y tomando el autobús (8€).
Yo opté por la opción
más económica, subiendo y bajando a pie desde el pueblo, y
completando la ruta alrededor del macizo en 6 horas. Su cara norte
presenta un aspecto todavía más …; y si ampliáis la foto podréis
ver a 5 individuos en el centro de la imagen.
Sin cambiar de ubicación,
otra excursión más estaba a mi alcance. Rodear el macizo del Cadini
por el Sendero Durissini,
que se convirtió en un
rompepiernas desmoralizador, ya que los mapas no son capaces de
mostrar collados como éste, muy parecido a los otros tres que le
preceden. Pero fueron otras 6 horas de impresionantes vistas.
Menos mal que uno es de
L´Hospitalet, criado en los Bloques La Florida y licenciado en Can
Serra, curriculum suficiente para aguantarlo todo (💪) y saber pasar 4 días en este lugar, junto al lago
Misurina
gastando sólo 4€ en una botella de vino (😂). Si buscas
siempre hay un rinconcito agradable donde instalarse
gratis (con el Cadini al fondo).
La definitiva excursión
fue al lago Sorapis, partiendo desde otro de los
renombrados puerto de las Dolomitas, el Paso Tre Croci.
El camino, bastante accesible, estaba concurrido. Pero tenía su
razón de ser.
Un paraíso donde se
mezclaban alpinistas con familias enteras dispuestas a pasar un día
de pic-nic, compaginando el paisaje con una sorprendente playa, una
amplia pradera de césped, y los más atrevidos con un merecido baño.
Tras 25 días dando
tumbos por estas montañas “dolo-míticas”, he
tenido tiempo de disfrutar y sufrir, caminar y descansar, para
celebraciones y diversión, pero también ratos de resaca, añoranzas
y replanteamientos vitales, de aburridos días de lavandería,
limpieza y alguna ducha que otra.
Tiempo suficiente para
descubrir un turismo moderno, quizás el del mínimo esfuerzo, que
aprovecha todas las posibilidades y avances tecnológicos a su
disposición: funiculares, telesillas, e-bikes, drones,
…
Aquí he cruzado el
ecuador del viaje. Hace 3 meses que zarpé, y van
3000 kms de carretera. - ¡ Ésto se merece una celebración ! -.
Y con cierta pena por
abandonar un territorio con el que me había familiarizado y
me ha conquistado, me dirijí a Austria, hacia lo desconocido, y con
la despensa cargada por si acaso. Esta vez han sido más de
4€ y de 40, y más del doble. - ¡ Joder con la despensa ! -.
He cambiado de país y se
nota. La arquitectura en los pueblos es diferente (casas pintadas con
variados y coloridos tonos pastel, torres rematadas con forma de
bulbo), y en el campo también hay novedades (casas, establos y
graneros de madera colgando de verticales paredes en unos
profundos valles; parece increíble que puedan trabajar el campo).
Pero también ha cambiado
la oferta en los servicios, y para bien. Así, en cualquier pueblo
puedes encontrarte con un McDonalds, el Media Markt o una amplia
variedad de supermercados y gasolineras, hasta 30 céntimos/litro más
baratas que en Italia.
Lo que no cambia es el
paisaje. Montañas y más montañas, y de entre todas ellas destacan
las que se pueden contemplar recorriendo la majestuosa
Hochalpenstrasse
– Grossglockner,
una carretera alpina (de peaje: 35,5€) que alcanza los 2504m de
altura en el Puerto de Hochtor.
Finalizada en 1934, cruza el Parque Nacional Hohe
Tauern, que acoge 300 cumbres que sobrepasan los 3000 m alt.
y 246 glaciares colgando de ellas.
- ¡Bienvenidos al Cielo ! -.
Fue un descubrimiento emocionante y emotivo,
pues hacía 10 años que preparé la ruta, cuando en un inolvidable
viaje en furgoneta, con tienda y de camping, Sofía, Malena, Eladio y
yo recorrimos los Alpes. Pero la falta de
tiempo nos privó de este espectáculo.
La Carretera es como un
parque temático sobre montañas, geología, ecología y
glaciaciones, con museos, exposiciones, y un largo etc. Todo muy bien
organizado, con 11 puntos estratégicos bien indicados. Pero sobre
todos ellos destaca el nº11,
el Franz Josefs Höhe,
un antiguo refugio que hoy es un complejo
de aparcamientos, museos, restaurantes, miradores y centro de
visitantes, con mucha información y fotografías en paneles
repartidos por toda la zona.
Desde este
punto se puede admirar, e incluso ascender al Grossglockner
(3798 m), el techo del país.
Pero si las
alturas te provocan vértigo, puedes optar por descender hasta el
fondo del valle, donde podrás maravillarte con la magnitud del
glaciar Pasterze (el mayor de Austria), y alucinar de cerca junto a
tal descomunal masa de hielo.
Su lento
pero implacable movimiento, el deshielo veraniego y el fatal cambio
climático crean efímeras y sorprendentes formas en su estructura.
Varias horas
después de estar ante esta maravilla, parte de su bóveda se
colapsó, desprendiéndose toneladas de hielo y alcanzando a quienes,
como yo había hecho antes, se paseaban por la orilla con la boca
abierta tomando fotografías.
Es un
encantador monstruo del que no te puedes fiar. Si su parte visible te
puede dar un susto de ese calibre, la que se esconde bajo los varios
metros de tierra y piedras de la morrena te puede hacer desaparecer
dentro de una de sus ocultas grietas. Pero es tal la atracción que
ejerce, que a veces el estúpido visitante, haciendo caso omiso a las
advertencias, se acerca hasta él con la intención de poder
acariciar a la bestia.
Lástima de
no haber llevado la petaca y un vaso. Había barra libre de hielo.
Los que
discrepan con la teoría del cambio climático encuentran en la
amplia documentación gráfica dispersa por el lugar su respaldo,
pues en épocas recientes el glaciar ha tenido un aspecto menos
impactante,
pero está
claro que nuestra generación no logrará disfrutar de este glaciar
a pleno rendimiento.
Continuando la ruta, la
siguiente escala prevista era el imponente castillo
medieval de Hohenwerfen
donde ofrecen al
visitante un vistoso y emocionante espectáculo de aves rapaces que
se mueven y vuelan entre los asistentes.
Pero el verdadero reclamo
de Werfen es la cueva Eisreisenwelt, considerada la
cueva de hielo glaciar más grande del mundo, y situada a más de
1000 m por encima del pueblo.
Llegar hasta ella es una
odisea, y su visita necesitará de casi 4 h. Una carretera salva los
primeros 500m de altura en sólo 5 kms, con tramos que alcanzan
pendientes del 21% (bus optativo). Luego toca un paseo ascendente de
20´ hasta llegar al funicular (que alcanza los 1500m alt), y tras
ésto, otros 20´de ascenso más pronunciado todavía, permiten
alcanzar la inmensa boca de la cueva (1641m). La puntilla la ponen los 700
escalones que hay que subir y bajar durante la visita guiada.
Y si queréis ver las
maravillas que se esconden en su interior, aquí tenéis el enlace,
www.eisriesenwelt.at ,
pues durante su fría (0ºC) y romántica visita con lámparas de
carburo no están permitidas las fotos.
"El mundo es demasiado bonito como para viajar sólo por internet"
Anónimo
eres mi idolo tiom disfruta a tope que son tres dias y nos quedan dos nos vemos a la vuelta te quiero.Ten cuidadin
ResponderEliminarGracias, migo.
ResponderEliminar¡Sólo dos días!, pues no me va a dar tiempo de volver.
Hola paleto alpino, vaya tute se montaña te estás dando. Fotos impresionantes y envidia fina. En fin, sigue ahí que se te ve contento. Besos
ResponderEliminarHi, Urban palet !!!
EliminarTute de montaña hasta saturar las ansias, pero sin llegar a aborrecerlo. Han sido unos días finos, finos. Me he "jartao", pero volveré, para rematar la faena. Ésto es interminable.
El que no salga contento de aquí es que se ha equivocado de destino.
Sobre las fotos ... el 90% de la culpa la tiene "Lupita II, la Renacida", pero hay que saber acariciarla donde le gusta para que retrate bien.
Ha sido un placer leerte y ver que sigues vivo tras tu paso por "mi tierra",... y si es fina ... seguro que es de la buena.
Besabrazos con amor
Rafa vaya estrés que llevas...El mismo qué aquí 😂. Disfruta mucho por todos nosotros. Un besazo
ResponderEliminarVaya!!!
EliminarHoy has madrugado, parece que todavía estamos en horario laboral.(recuerdo el último horario).
Pues sí, ... cada uno se estresa con su ritmo, y siempre le pide más. Nunca, nadie estará contento con lo suyo; y yo no voy a ser una excepción. Pero tampoco pido mucho más, sólo un poquito de todo.
LO que sí parece diferente es el ambiente a respirar, pues por aquí andamos por los 20ºC de máxima, lo que viene siendo que para dormir ... pijama de invierno y edredón. Ja, ja, ja !!!.
Cierto es que lo estoy disfrutando a lo grande. Sorpresas varias son las que llevo, y todas agradables; creo que se intuye.
De todas formas, y por ser tuya la petición, haré un esfuerzo y lo disfrutaré un poco más.
¡Esta noche la fiesta es a la salud de Natalia y su tropa!
Besabrazos
Así me gusta que disfrutes y nos des un poquito más de envidia. Aquí las temperaturas no dan para ponerse el pijama de invierno pero pronto nos vamos a buscar el fresquito y, seguramente, el pijama de invierno...ansiadas vacaciones que pronto llegan!!!!
ResponderEliminarLo dicho guapo mio, a seguir disfrutando y deleitándonos con tus palabras y tús maravillosas fotos