Salamanca
fue retratada por Rafael Farina en una estupenda copla que mi amigo José Luis se
encargó de que no olvidara jamás tras cantármela mil veces. Y por fin se ha
materializado en una tierra espléndida y extensa.
Ya
había visitado su capital, curiosamente también con una autocaravana. Fue mi
primera experiencia con uno de estos trastos, que era de alquiler. Pero el
único recuerdo que conservo, y que no esté impreso en una foto, es demasiado
escatológico para contarlo.
Es
éste un territorio del que sólo conocía sus embutidos, y que ya no desaparecerá
de la memoria de mi cerebro… ni de la de
mi estomago. Embutidos se fabrican en todo el territorio nacional, pero los de aquí juegan en la liga de los mayores.
Debe ser el agua. Farinatos y hornazos son ejemplos propios de la tierra. Puro
colesterol, del que hace patria y atascos en las arterias.
Evidentemente
en una ruta lineal, no se puede recorrer toda una provincia, pero no deja de
ser tan válida como cualquier otra.
Salamanca es la ciudad del pícaro buscavidas del
Lazarillo y de su río Tormes.
En
ella el buque insignia es su Universidad, que lleva 800 años licenciando
alumnos, y que junto a la Pontificia suman unos 40 mil estudiantes. Se trata de
un volumen destacable en una ciudad de 160 mil habitantes, que genera un alegre
ambiente en las calles y una inyección económica nada despreciable.
El
complejo catedralicio es el edificio más espectacular que exhibe la ciudad, compuesto por la Catedral
Nueva y la Vieja, ambas comunicadas entre sí, en un ejemplo evolutivo de
estilos arquitectónicos único en el mundo.
En
su portada lateral un bromista consiguió colar un divertido relieve cuya
presencia, en este lugar de magnitud artística y arquitectónica de primer nivel,
ha provocado interminables controversias y confabulaciones.
El
magnífico interior incluye obras tan espectaculares como el fresco del Juicio
Final pintado en la capilla mayor de la Catedral Vieja.
Y
guarda tesoros como el Cristo que llevaba el mismísimo Cid el Campeador cuando
entraba en combate.
La Casa de la Conchas es otro de los famosos
edificios construidos en Salamanca.
Fama
compartida con una pequeña y esquiva rana, tan solicitada y buscada que es más
famosa que Gustavo. Se puede contemplar, si se encuentra, en la fachada de las
Escuelas Mayores de la Universidad.
En
un segundo o tercer paquete de opciones para los visitantes suele quedar el
Archivo Histórico de la Guerra Civil, donde guardan perlas como este cartel
propagandístico republicano
o esta otra.
Se trata de una sala dedicada a la Masonería, aunque
más parece una rueda de prensa de la extinguida ETA.
Para
despedir la ciudad, dejo muestra de su Plaza Mayor, una de las más famosas de
España, aunque en esta ocasión estaba tomada por una Feria de Libro que impedía
su completa visión panorámica. Pero este acto puntual no consiguió eclipsar tan
espectacular lugar, tremendo de día o de noche.
Si
te adentras en la provincia siguiendo el curso del río Tormes, afluente del
gran Duero, puedes encontrar pequeños pueblos como Sardón de los Frailes. Con una población que a duras penas
sobrepasa las 100 personas censadas, dispone de un complejo turístico municipal
tan grande o más que el caso urbano. Incluye cafetería-restaurante,
apartamentos y una piscina con cubierta retráctil transparente que la hace apta
para el uso durante todo el año.
En
la cafetería se pueden coger fuerzas con una caña, una tapa o una gustosa
ración antes de afrontar el menú de la zona. El aperitivo comienza con el Embalse de Almendra, que con sus
202 m de altura tiene la presa más alta de España.
El
plato principal es la garganta fronteriza que ha creado el río Duero, base del Parque Natural de las Arribes del Duero
y Reserva de la Biosfera, donde se pueden contemplar buenas agrupaciones de
buitres.
Inmensa
garganta fluvial de gran interés, con más de 100 kms de longitud que incluyen
una zona de represamiento conocida como los Saltos del Duero, en la que se
encuentran las presas de Bemposta, Aldeadávila y Saucelle.
Dispone
de tramos navegables, algunos de carácter internacional, ya que intervienen
aguas y medios portugueses y españoles. La base principal es el pueblo
portugués de Miranda de Douro, desde donde parten varios recorridos, uno de los
cuales llega hasta la costa portuguesa
de Oporto.
Y como postre, podrás disfrutar de una buena puesta de sol en
el área de servicios de Villaseco de
los Reyes.
“La
inteligencia humana necesita olvidar ciertas cosas para evolucionar, por eso
las personas de memoria ligera la tiene más desarrollada”
Este es sin duda la mejor entrada del blog pues consigues con Donaire y calentura ilustrar la mejor tierra de España: SALAMANCA!
ResponderEliminarCorrector de miércoles! Qué calentura??? Talentura!!!!
ResponderEliminarGrrrrr
Gracias. Esos son los nervios de ver la tierra.
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